
Todo el contenido de la exposición es accesible, ya que cada fotografía cuenta con audiodescripción y subtitulado, así como una serie de bajos relieves para facilitar la compresión de la misma.
Para que la experiencia fuera completa se le ha dado a cada alumno un antifaz para que escucharan las audiodescripciones sin ver las fotografías. Al final, podían comparar la imagen que se había imaginado mentalmente con la fotografía real.
Todos los alumnos han disfrutado mucho con la experiencia.